jueves, 19 de abril de 2007

Correspondencia

Arik:

Tal vez te sorprenda recibir un e-mail mio despues de tanto tiempo y -sobre todo- despues de lo que paso en la redacción. No me quiero disculpar ni eludir responsabilidades pero me parece que es importante que sepas que -como ya te lo habia dicho en su oportunidad- yo no tuve nada que ver con la decision que tomo la redaccion sobre la publicacion de aquella nota.

En aquel momento tu renuncia me sorprendio muchisimo y me parecio una medida extrema teniendo en cuenta lo mucho que tus compañeros -yo incluido- valorabamos tu dedicacion como el producto de tu trabajo.

Ya pasaron cinco años de aquella desdichada tarde. Yo se que vos me consideras responsable pero quiero que comprendas que yo -como jefe de esa seccion- no tenia ninguna posibilidad de hacer ninguna otra cosa que respaldar la desicion que se habia tomado.

Hay -en este momento- una vacante para viajar a Irak como corresponsal fijo. Sabes que hay mucha gente que ese puesto es muy codiciado. Sin embargo para mi vos sos la persona que yo considero mas capaz para cubrirlo.

Me gustaria que tomes este ofrecimiento -de mi parte- como una ofrenda de paz en nombre de los 10 años de amistad que nos unieron.

Un abrazo

Ignacio

---

Hola Ignacio:

Tenes razon... fue una sorpresa recibir tu e-mail. Sin embargo -por alguna razon que se me escapa- al leerlo senti como si el tiempo no hubiera pasado y los largos años de distacia quedaron reducidos a unos minutos.

Recuerdo muy bien aquella nota que motivo mi renuncia pero quiero aclarar un par de cosas.
Recuerdo con afecto cada charla que mantuvimos durante todos aquellos años de amistad. Muchas las mantuvimos en aquellas interminables noches de guardia en la redaccion o en las agotadoras horas de espera para cubrir una nota.

En cada una de ellas reafirmamos nuestro compromiso de mantenernos fieles a nuestros ideales pasara lo que pasara.

Sin embargo cuando ascendiste a jefe de seccion -tal vez sin darte cuenta- poco a poco empezaste a hacer concesiones que -para mi- traicionaban los principios que habian contruido -no solo una relacion de amistad- sino tambien de respeto mutuo.

La nota aquella -la ultima- fue la gota que derramo el vaso. Yo esperaba que fuera para vos la linea roja que te permitiera percibir la distancia que nos habia separado -muy lentamente a lo largo de los ultimos años.

Pero no... tu compromiso fue claro. Preferiste conservar lo materialmente logrado, a costa de tus principios y tu propia espiritualidad.

Acepto tu ofrenda de paz pero no el puesto. No me interesa el sueldo ni el curriculum. Hoy escribo para un diario pequeño segun mis convicciones.

Valoro tu oferta y te invito a tomar un cafe y seguir esta charla donde vos quieras en nombre de los viejos tiempos.

Cordialmente

Arik

1 comentario:

Cloris dijo...

És verdad, muchas veces nos volvemos ciego, y nos olvidamos o vemos de manera difernte nuestras convicciones. Pero lo pero es cuando nos volvemos "MUDOS", y dejamos transcurrir tanto tiempo en el silencio...perdiendo tantas ricas experiencias... Por suerte Arik se mantubo fiel a sus principios ...y principalmente al principio de la amistad.
Que linda leccion de vida. Alguién ya nos dijo: "LOS OMISOS LOS VOMITARÉ POR LA BOCA.
Gracias por recordarmelo. Cloris